Y un poco más son los kilómetros de mi coche ahora mismo.
Hace un tiempo (cuando íbamos por trescientos y muchos mil) hablábamos de la importancia de las apariencias y la presencia en el trabajo. Que en teoría podemos opinar y vestir y actuar como nos venga en gana pero que también tenemos muchos prejuicios y costumbres muy arraigadas, y en ciertos puestos, se esperan ciertos comportamientos y una cierta uniformidad.
Alguien comentó que, por ejemplo, mi coche no era “aparentemente adecuado” para mi cargo. A mí me sorprendió, entiendo hasta cierto punto el tema de la indumentaria e intento estar dentro de ese estándar , pero ¿el coche también?
Quizás sí, visto desde fuera el coche es una carreta: un Mazda 3 con 17 años y 400.000 km. Aún así, yo quiero compartir qué significa para mí.
Recuerdo el día que lo fuimos a comprar de 2ª mano y en Barcelona, vimos el anuncio un viernes por la noche y apalabramos ir a por él al día siguiente. Qué risas para conseguir sacar todo el dinero en cajeros en unas horas.
Vivendo en Valencia, con familia en Bilbao, y León, hemos recorrido (más de una y más de 10 veces) media España en un fin de semana.
Con él he hecho varios viajes a la Castilla profunda, una mujer en un coche rojo, con el pelo de azul, para lidiar con un montón de cuadrillas de temporeros en pueblos de una calle. Sé que a esos pueblos les di más vidilla que el “Hola!” y el “Sálvame” juntos.
El pobre tiene 3 rojos sutilmente diferentes, de cuando el idiota ese no miraba y nos piñó en la rotonda, o cuando una petarda con el móvil nos arreó por detrás y también cuando se me movía la columna de mi garaje y le dio por atacarnos por todo el lateral.
Con él he descubierto que cuando el panel de control dice que quedan 0 km de combustible, en realidad quedan por lo menos 15 km y un poco más si (afortunadamente) la gasolinera está al final de la cuesta abajo.

Meter el carrito de mi hija por primera vez fue desesperante y montar la sillita… algo que diez años después aún no entiendo cómo se ha conseguido hacer. El que no haya escuchado un millón de veces el cantajuegos, pocoyó o a pepa pig no se ha ganado un pedacito de cielo.
Ha vivido conmigo cada ida y venida a muchos de mis trabajos, con el volumen de la radio a tope y oyéndome cantar a grito pelao la mayoría de las canciones (no te quiero ni contar desde que he conectado Spotify y me paso el viaje con la misma canción en modo “repeat”)
También ha vivido esas situaciones en las que no sabes muy bien cómo ni por qué pero una cosa lleva a la otra… y sois 10 dentro y que nos quiten lo bailao.
Mi coche no avisa con pi pi pi pis ni po po po pos ni mantiene sostenida la velocidad, no te asiste al aparcar ni te avisa amablemente de que entras en reserva, solo sigue teniendo esos amortiguadores que hacen tan fiable su comportamiento en curvas; esa forma exacta de transmitir a la rueda cualquier variación del volante; sigue saliendo aire caliente cuando hace frío y aire frío cuando hace calor y sí, cuando aparco, me ayuda a estar fina de oído y a saber lo que son 20 cm… con precisión.
Realmente puede que sea verdad que mi coche no es aparentemente adecuado para mi cargo, pero pensándolo bien… estoy convencida de que dentro de “ese mundo” yo tampoco soy aparentemente adecuada para ningún cargo, y mola 🙂
Arantza.
7 octubre, 2021 at 5:07 pm
Olé… Una vez más demuestra que muchas personas no son «aparentemente adecuadas » a nuestra sociedad y que en este mundo , lo que realmente es importante pasa a segundo plano . Yo que tengo la suerte de conocerte desde hace tiempo sé que eres una persona adecuada a mi mundo, mi amistad, mi apoyo, y adecuada sobre todo a lo que tendrían que ser muchas personas con tu cargo…. Ser simplemente un ser humano de piel y hueso y no monigotes de cochazos y marcas. ¿Tal vez tengan algo que esconder? además el rojo es un color que te pega y los 400000 km muestran hasta cuanto puedes llegar lejos . Te quiero guapa😘
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7 octubre, 2021 at 9:36 pm
ooohhhhh, mil gracias!!!!
que importante es simplemente disfrutar del camino.
Yo también te quiero un montón
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21 enero, 2022 at 6:29 pm
Aunque te conozco poco ,nuestra amistad compartida ya me dice mucho de ti. Y esto es sólo como introducción para decirte que me siento enormemente identificada con este pensamiento. Solo hay que ver mi coche y los que se aparcan junto a él en el trabajo. Para mi es solo una herramienta de desplazamiento, que debe ajustarse a lo que espero de él como coche y no como imagen de vida social o similar…saludos
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23 enero, 2022 at 1:01 pm
Muchísimas gracias por tus palabras 🙂
Creo que en general, es necesario poder utilizar todos los productos durante toda su via útil, si no, nadaremos en basura y no entenderemos por qué
(y ojo que esto no significa crear obsolescencia programada para poder cambiar de objeto sin cargo de conciencia…)
Por cierto, dime tu nombre y así te identifico 🙂
Arantza.
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