Desde que lo leí por primera vez hace muuuucho tiempo, este poema se quedó conmigo y me ha acompañado en el camino. Ahora, retrospectivamente y salvando las distancias, me recuerda a muchas situaciones de nuestro día a día en Cadena de Suministro:
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. El padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales. Mario Benedetti (Despistes y Franquezas, 1989).
Cuando crees que has encontrado una solución “estupenda” a un problema difícil, resulta que es ilegal por cierta normativa que ni sabías que se aplicaría en ese caso.
Encontrar soluciones adecuadas a los desafíos en Cadena de Suministro exige creatividad y rapidez de acción, pero lo que realmente marca la diferencia es encontrar la solución esférica, esa que, la mire quién la mire y la mires por dónde la mires… soluciona el problema.
La solución a un problema complejo nunca puede llegar de la incomunicación y el departamentalismo porque habitualmente, LA SOLUCIÓN, la buena con mayúsculas, nunca implica a una sola persona ni a un solo departamento.
¿Y dónde encuentro yo esa solución perfecta?
Pues en la calle.
Sí, en “la calle”: en mis compañeros de trabajo, escuchando su experiencia; en mi competencia, observando sus pasos; en mis jefes y en los jefes de mis jefes, adecuándola a nuestra estrategia; en mis clientes: las unidades productivas y en sus clientes, los usuarios de los productos; en mis amigos: ¿quién no se ha “iluminado” alguna vez tomando algo con los amigos?; en mi red de contactos, valorando opciones, leyendo artículos…
Arantza Bárcena. The family supply chain.
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