Ellas tienen 9 años. Una vive en Madrid y otra en Valencia y son tan amigas que se han convertido en primas “de corazón” (todo el mundo sabe que la Familia de Corazón es aquella que eliges para que forme parte de tu familia, más allá de tu familia)
Se conocen desde que nacieron y se ven con bastante frecuencia, salvo este año extraño que ha hecho que haya pasado “uuuffff” de tiempo sin verse. En el reencuentro risas, nervios y cuchicheos y tras un rato vienen contentas y gritando alborotadas:
– Mamá, “tía”, ¡¡hemos crecido iguales!! Mira, si yo me pongo de puntillas somos iguales de altura, y si ella gira la cabeza hacia atrás, tenemos el pelo igual de largo, y si a mí me da más el sol, se me pone el pelo más amarillo como a ella y si ella se lo peina fuerte, se le queda liso como el mío… ¿no es increíble? 🙂
No es increíble chicas, es QUERER que sucedan las cosas.
En el mundo laboral pasa exactamente lo mismo. Los nuevos proyectos, los nuevos retos, no pueden basarse en el empuje de una sola persona, la empresa no puede permitirse optar solo a una idea cuándo esa idea puede ampliarse, mejorarse, hacerse mucho más cabal y con menos costes (y no sólo económicos) si el resto de profesionales aportan su visión. Cuanto más diferente y diversa es esa visión, más valor aporta. ¿Cuál es el primer paso?: QUERER.
Para acercar posturas en una negociación, hay que QUERER ver puntos en común. Para sacar adelante un proyecto, hay que QUERER buscar soluciones. Para aprender hay que QUERER entender que el error nos conduce a nuevos caminos.
Creas tu perfil profesional, compartes artículos y
comentarios que aportan valor en el entorno laboral, contactas con personas
afines con puestos que complementan el tuyo, sigues páginas corporativas, ves
noticias del sector, descubres ponencias interesantes y formas parte de Grupos
específicos.
Todo desde tu ordenador/tablet/móvil/aparatejo digital
conectado. De forma pasiva, “vouyeurista” o meditadamente activa. Con una foto
de perfil aseada, capacidad para reflexionar ese comentario, saltar ese vídeo,
esbozar media sonrisa cuando lees a ese viejo conocido o poner un leve gesto de
desdén ante ese artículo que se repite desde el segundo párrafo.
LinkedIn es una red limpia,
seria. Aséptica.
Y luego estamos las personas que formamos esa red. Nuestra
parte profesional nos integra, nuestros objetivos comunes nos encuentran y de
repente las personas conectan.
Porque cuando encuentras personas para las que su profesión (¡también!)
es apasionante y además tienen un aporte personal que no te lo acabas ni con
todos los años bisiestos del próximo siglo juntos, de repente te das cuenta del
alcance físico real (que al fin y al cabo esto de LinkedIn sólo es un medio, no
un fin) y de la potencia de las relaciones personales.
Hoy me gustaría compartir solo un ejemplo y bien pequeñito,
porque al final a las personas nos gustan las personas y LinkedIn está tan
lleno de iniciativas para pasar de lo digital a lo presencial que dejando que las manos tecleen al azar mientras
estornudas fuerte, es posible que des con un hastag al respecto, ¡y menos mal
que cada vez hay más!. Yo hoy quiero hablaros de Lola y nuestra historia
profesional.
Lola contactó conmigo (evidentemente a través de LinkedIn) a
finales de 2016, ella trabajaba en una empresa tecnológica para gestionar
transporte, yo desarrollando la logística de distribución de mi grupo… vamos,
un maridaje (Linkedaje) perfecto.
Allá que empezamos a contactar vía mensajes: pues mira qué
tipo de distribución quiero hacer, pues yo te recomiendo que revises estos
requisitos, ¿pues te has fijado en la forma de distribución de éste y aquél
retail?, pues vamos a revisar si alguna red de transporte colaborativo sería
posible con mis flujos, pues mira que me pillas ahora en casa en León, ¡pues no
me digas! si justo voy por allí en un par de semanas a visitar a mi familia,
pues en dos semanas estoy en casa de uno de mis clientes en UK, lástima, pues
te tienes que venir a Valencia a ver la fábrica y vemos con números si tu
solución es adecuada, pues vamos a cerrar agendas, pero oye, participamos en un
evento en BCN sobre Supply Chain y dispongo de invitaciones, ¿por qué no te
vienes y lo conoces de primera mano?
Y allí que fui con mi jefe del momento (y siempre buen amigo) Raul a la Supply Chain and Logistics Summit (http://www.sclsummit.com/) que se celebró en Barcelona en Julio 2017. El congreso fue muy interesante e intenso y entre medias me dio tiempo a donar sangre… ¡y contarlo! (https://donandovoy.wordpress.com/2017/07/28/donando-voy-en-barcelona/) pero lo mejor de todo, conocer a Lola en persona.
En cuanto vi a ese duendecillo de pelo rubio platino que hablaba con la misma pasión sobre la Cadena de Suministro, la cena de esa noche, la educación de su hijo o la dificultad para encontrar mujeres en el campo de la logística, supe que éramos almas ingenieras gemelas.
Finalmente no logramos poder trabajar en el proyecto logístico
común, pero al año siguiente yo daba una ponencia en Alimarket en Madrid, así
que fue el turno de devolverle la invitación y nos vimos en Mayo del 2018. Fue un
día bonito e intenso en el que de nuevo se agolparon los temas uno encima de
otro, experiencias profesionales mezcladas con aspiraciones personales,
vivencias como ingenieras, como madres, como profesionales con responsabilidad,
como mujeres.
Desde entonces la vida nos ha dado un par de vueltas a cada
una, ambas hemos cambiado de trabajo, ambas hemos hecho cosas diferentes,
seguimos con nuestras trayectorias que nos completan y nos seguimos mutuamente la
pista muy de cerca.
La penúltima vez que nos vimos estuvimos paseando por el
Pantano de Villameca. Allí estábamos las dos en medio de un paraje natural
precioso, solas solísimas en medio de la naturaleza, hablando de las aplicaciones
de la tecnología blockchain, de la educación de nuestros hijos, de las Women
Angels, de modelos de planificación, de cómo nos repartimos las tareas del
hogar con nuestras parejas, de la gestión de personas en entornos industriales,
de trucos para dejar varias cenas hechas, del mundo Start Up y sus luces y sus
sombras, de qué forma sacar tiempo para hacer deporte en esta vorágine de vida o
de la necesidad de implicarnos en proyectos que acerquen el mundo STEM (https://www.f-iniciativas.es/el-concepto-stem-que-significa)
a las mujeres del futuro.
Imagino que vernos en acción juntas a veces debe ser brumador,
a la velocidad a la que hablamos las dos, con el ímpetu y de la forma en que
saltamos de un tema a otro que ni Fosbury (https://es.wikipedia.org/wiki/Dick_Fosbury).
Es tan intenso como emocionante.
Nosotras hablamos de todo desde el todo y es tan apasionante que más que tratar los temas ellos nos abordan a nosotras como vendedores en el gran bazar de Estambul.
Espero con ganas y en modo “cuenta atrás” volver a vernos
este verano, familias incluidas.
Gracias LinkedIn, entorno pulcro y neutro, por ofrecernos la
oportunidad de pasar de lo profesional a lo personal.
Arantza.
PD1: Estas somos Lola y yo en LinkedIn 🙂 LOLA – ARANTZA
PD2: Algunas pistas a seguir en LinkedIn: #humanosenlaoficina #ponlecara #ciadelinkedin #sinlimitesvalencia.
¿Quieres ver más artículos del blog? pincha en este link: Family Supply Chain.
¿Para quién va dirigido este post? Pues para ti que sabes de oídas qué es LinkedIn e incluso puede que estés dado de alta, pero nunca le has hecho mucho caso y te gustaría comenzar a utilizar esta red, aunque tienes poco tiempo y cada vez que te animas a entrar e investigar un poco, pues se te hace bola la cantidad y dispersión de la información.
Escribo este artículo desde mi experiencia de usuaria (ni siquiera tengo un perfil Premium), tal cual se lo explicaría a mi mejor amiga y siguiendo la máxima: LO PERFECTO ES ENEMIGO DE LO BUENO, y va dirigido a las personas que ahora mismo están pensando esto:
“Me gustaría tener una guía simple para poder empezar en LinkedIn, tener un perfil correcto, entender los entresijos y empezar a funcionar en una horita. Ya profundizaré más adelante, si encuentro útil esta red y me gusta”.
CREA UN PERFIL CORRECTO EN MEDIA HORA… o menos.
Lo primero que debes saber es que puedes entrar y modificar
tu perfil siempre que quieras, y está bien hacerlo, porque lo que piensas que
es correcto para hoy, puede no serlo para el mes que viene.
Mi consejo nº1: rellena algo en cada campo “imprescindible”: mejor algo que nada, y lo completas más adelante.
Mi consejo nº2: NO MIENTAS porque de verdad, no lo necesitas.
LA FOTO
Utiliza una foto donde se vea tu cara claramente, a ser
posible sobre fondo blanco y con ropa que utilizarías habitualmente en tu
entorno de trabajo. Somos personas y no lo podemos evitar, la foto es la
primera y mayor impresión visual que nos llevamos al ver un perfil y un perfil sin foto genera desconfianza.
Mi consejo: El lugar para la foto posando en la playa o con tus hijos o con tu perro (aunque estés guapísimo) es Facebook o Instagram.
La foto de “las constelaciones”: es una foto en formato
panorámico. Si tienes alguna genial, si no, no gastes ni un minuto, quizás más
adelante.
1-. Nombre y apellidos:
Pues eso, tu nombre y tu/s apellido/s.
Mi consejo: Esto no es el DNI ni una carta de “tu cari”, pon el nombre que utilizas habitualmente en tu entorno profesional, o por el que quieres que te conozcan. En mi caso siempre utilizo Arantza, aunque en mi DNI ponga Arantzazu y mi entorno me llame Aran o Ari.
2-. Titular:
A qué te dedicas, o a qué te quieres dedicar. Es tu tarjeta
de presentación, debe ser claro y escueto. No debe ocupar demasiado o los demás no podrán
saber de un vistazo “qué eres” profesionalmente hablando. Ten en cuenta que es
uno de los campos clave para las búsquedas.
Mi consejo si estás desempleado: 1º escribe tu profesión claramente y luego “en búsqueda de trabajo” o similar. Da facilidades a quién quiere buscar un perfil como el tuyo.
En mi caso, creo que “Ingeniera de Aprovisionamiento” me define como profesional, independientemente del puesto que ocupe en cada momento. Además, tengo un proyecto paralelo que es mi blog y es una parte importante en lo que concierne a mi experiencia profesional, así que lo incluyo también.
3-. “Puesto Actual” y “Educación” se actualizarán automáticamente en cuanto rellenes estos apartados más adelante.
4-. Es obligatorio poner el país, pero no el código postal y la ubicación, aunque es útil para las relaciones off-line.
5-. Sector: elige del desplegable el que más se adapte a tu trabajo actual o dónde creas que tienes más experiencia.
6-. Información de contacto: Aquí podrás añadir tus datos de contacto, tu blog/web, twitter y por supuesto e-mail y teléfono. Mi consejo: todos estos campos son opcionales, elige bien qué quieres que sea de dominio público.
7-. Extracto:
Es optativo, pero para mí es otro de los puntos importantes. Aquí puedes contar quién eres profesionalmente hablando, más allá de los puestos que has desempañado. ¿No sabes qué poner? Déjatelo para el final, y haz benchmarking: entra en el perfil de varios profesionales diferentes y lee sus extractos, así tendrás una idea mucho más concreta de para qué lo utilizan otras personas, y luego pon lo que tú veas, lo que te apetezca a ti sobre tu vida profesional. Mi consejo: Menos es más. Para la primera vez, mejor 10 palabras que 100.
8-. Contenido multimedia: puedes añadir fotos, enlaces a webs, videos… si ya lo tienes preparado genial, añádelo, si no, no es necesario. Más adelante.
Bueno, con esto ya tienes el 80% de tu perfil, vamos a por los dos últimos pasos “imprescindibles” para tener un perfil aseado en menos de una hora:
9-. Experiencia laboral: Para cada puesto de trabajo deberás rellenar un formulario que consta de los siguientes campos:
9.1-. Cargo: Aquí añades el nombre de tu puesto. Mi consejo: escribe tu cargo real. Vender humo no genera buena impresión y sí, todos pillamos a la primera cuando alguien quiere aparentar… ¡y no mola!
9.2-. Empresa: pues eso, tu empresa, si tiene perfil de linkedIn es muy aconsejable que la añadas con su link.
9.3-. Ubicación, y duración del puesto
9.4-. Descripción del puesto: describe tus funciones. Mi consejo: si ya lo tienes porque tu CV está actualizado, pues haz un Ctrl C/ Ctrl V (o lo que es lo mismo, copia y pégalo). Si no lo tienes fácilmente, de nuevo: mejor 10 palabras ahora que 100 nunca, describe por encima el puesto, o incluso déjalo sin descripción.
Sobre las demás experiencias laborales:
Es práctico que generes todas las que has tenido, pero como
todo, cada uno que añada lo que crea oportuno.
Si estás desempleado: hay gente que deja “activa” su última experiencia laboral, como si siguiera en el puesto, y gente que la deja como última, pero con las fechas. Esta última opción “penaliza” en LinkedIn tu nivel de perfil, así que otra alternativa es añadir un puesto de trabajo en el que tienes experiencia y añadir que eres “freelance”. Elige lo que creas que es más conveniente para ti.
Algunos ejemplos de vendedores de humo:
10-. Educación: Siempre es interesante añadir formación reglada: una carrera, un máster, un curso especializado…
Añade al menos lo básico, y de nuevo, mejor 1 reseña ahora
que 15 posibles cursos que hiciste y que ya veremos si me acuerdo del nombre o
la escuela de negocios.
Bueno, ya entramos en la fase final… esto es para nota 😉
11-. Voluntariado: mi recomendación si eres voluntario… ¡cuéntalo! El mundo es mejor cuándo nos ayudamos los unos a los otros.
12-. Aptitudes y validaciones: puedes añadir palabras clave que describan tus aptitudes profesionales. Mi consejo: la primera vez esto es accesorio, déjalo para más adelante.
12-. Recomendaciones: ídem al punto 11.
13-. Logros: lo más destacado es señalar los idiomas que dominas. Mi consejo, una vez más… se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
… y… ¡Tachán! Ya tienes un perfil de LinkedIn completo,
aseado y listo para utilizar.
Ahora “solo” queda que empieces a construir tu red de
contactos y comiences a interactuar.
Tu red de contactos:
Cuando lleves un tiempo, verás que muchas personas tienden a
tener cuantos más contactos mejor, otros para los que prima la “calidad” de los
contactos con respecto a la cantidad… elegir una de las dos estrategias te lo
dejo a ti, no es necesario elegirlo ya. Ahora lo más importante es iniciar la
red y tienes dos formas:
LinkedIn te da la opción de importar tus contactos de la
cuenta de email y enviarles una invitación tipo a todos ellos… es una forma
rápida de empezar.
Mi consejo: haz búsquedas comenzando por tu empresa y añade a tus compañeros y amigos, y a través de ellos podrás ir ampliando la red. Siempre tienes tiempo de enviar invitaciones con la opción del email. De momento, no hace falta ni personalizar la invitación, lo importante es poder conectarte con contactos de primer nivel (personas a las que ya conoces), para entrar en la dinámica y comenzar a participar.
NOTA: al principio, y más con tu red de primer nivel, no es necesario personalizar la invitación, ese tiempo empléalo en crear la red :). Más adelante, cuando quieras contactar con personas específicas a las que no conoces personalmente, la opción recomendable es personalizar la invitación.
Ahora sólo queda que comiences a interactuar, con las
publicaciones de otros profesionales, recomendándolas, comentándolas o
compartiéndolas en el “feed”, que es algo así como el muro principal de Facebook
y lo más importante: ya puedes comenzar a generar contenido propio, para
compartirlo con tu red.
Por último, si lo que quieres es PERFECCIONAR tu perfil, hay multitud de profesionales que se dedican al tema, yo te recomiendo que eches un vistazo al perfil de David Díaz Robiscohttps://www.linkedin.com/in/daviddiazinformacionparaaccion/ sus artículos son claros, sencillos y muy muy prácticos.
Espero que estas indicaciones te hayan servido como una guía rápida inicial para empezar a conocer todo el potencial de LinkedIn. Cualquier duda extra ya sabes donde encontrarme 🙂
No hay actividades extraescolares, no hay que hacer la compra, no hay que recoger cosas de la casa ni grandes deberes porque los martes por la tarde son nuestros, de Ela, míos y de alguna amiguita ocasional.
Y claro, con tooooda la tarde por delante en casa lo normal es planear qué vamos a hacer, porque podemos hacer un montón de cosas… Podemos jugar a todo lo que se nos ocurra: saltar a la cuerda y dar volteretas, utilizar todos los juegos de casa, abrir el baúl de los disfraces, pintar con todo tipo de colores, cartulinas, gomaeva, crear arte, hacer “experimentos de ciencia” en la cocina… lo que queramos, PERO (casi siempre hay peros en la vida) hay una norma y es que durante esa tarde no es posible ver tele (ni jugar a la Tablet, etc).
Hace un par de martes mientras merendábamos, estábamos hablando sobre qué podríamos hacer esa tarde, y aunque las dos sabemos las normas, ver tele (que es una acción pasiva) siempre parece más apetecible en primera instancia que empezar un juego (que implica acción física y/o mental), y hay días que Ela hace más hincapié por estar delante de una pantalla y ese día era uno de ellos.
“Mamá, ¿por qué no vemos la tele primero?” – da igual las veces que lo hayamos hablado, intentarlo es gratis – “Ya sabes que hoy no hay tele…” – y quedarse en un primer intento sería de amateur – “Venga mamá, un minutito solo…” – “el minutito” es la medida internacional de tiempo infantil que valida la teoría de la relatividad de Einstein solo en el caso de ralentizar el tiempo – “Ela, no hay tele ni un minutito siquiera, pero ya lo sabes. ¿Por qué no jugamos a Operación, o Hundir la flota o al Monopoly?” – yo apelando a la integridad de una niña de 7 años y utilizando el viejo truco de desviar la atención, que de momento (¡menos mal!) funciona casi siempre, así que finalmente nos pusimos a jugar al UNO.
Al de un rato llega el segundo intento, esta vez con la tablet – “Mamá, un minutito de Tablet, solo una partida” – otra vez Einstein y su teoría de la relatividad – “Ela, hoy no puede ser. ¿Y si hacemos volteretas laterales y el pino? Yo te sujeto” – vamos a ver si remontamos el bache con algo más movido – “Mama, que no es tele es tablet, vengaaaaaa y si no, ¿puedo ver fotos en tu móvil? ¿o buscar en Google canciones?” – ufff, hoy se complica el tema así que lo mejor es cortar todas las alternativas de raíz sin más opciones posibles – “Ela, hoy no puede ser cielo, de hecho no puede ser ningún cacharro que se conecte a internet o que tenga pantalla o que necesite electricidad. Ni móvil, ni tele, ni Tablet, ni ordenador… ni microondas. Ninguno. Es una norma y hay que cumplirla”.
En este punto noto claramente que hoy a Ela no le parece nada bien la norma de las narices. – “Pues yo quiero la tablet y el ordenador… y los voy a usar sea como sea” – dice en bajito con la mirada hacia abajo, el ceño bien fruncido y los brazos cruzados. Se queda en esa postura un buen rato hasta que levanta la cabeza con una sonrisilla de medio lado y me dice – “Mamá, he decidido que quiero hacer arte, pero es una sorpresa así que quiero hacerlo sola y que no mires” – Os podéis imaginar que es música para mis oídos, se acabó el tira y afloja sobre el uso de la tecnología – “Bien cariño, si no puedo mirar, yo me pongo a leer un rato en el sillón de leer mientras tú terminas la sorpresa” – encima planazo, poder dedicar un rato a leer – “Pero mamá, no puede ser el ebook, eh? Que hay que cumplir las normas…” – ¡chica lista!, hay que ser coherente y la norma es para todos así que cojo un libro analógico para la ocasión.
Así pasamos buena parte de la tarde, Ela muy concentrada en la mesa del salón, pintando, recortando, usando la regla… de vez en cuando iba al estudio y miraba el ordenador, el ratón, un móvil de juguete, y yo enfrascada en mi libro. De repente escucho que Ela ha dejado de hacer “arte” y está como aporreando el papel que estaba pintando. Cuando le pregunto qué está haciendo me dice con una sonrisa enorme y triunfal: “Mamá, estoy jugando a espías con… ¡¡mi nueva tablet y mi nuevo ordenador!! Ya te dije que iba a usarlos sea como sea…”
El resultado del “arte” de Ela
podéis verlo en las fotos justo aquí abajo (incluso hay un ebook para mí) y no
hace falta que os diga que pasamos el resto de la tarde jugando a utilizar su tablet y su ordenador y lo
pasamos estupendamente.
Más allá de la anécdota, me gusta recordar este momento en mi día a día laboral: Tener claro un objetivo y seguir las normas, por supuesto, pero estirarlas y adaptarlas a mí, y a su vez adaptarme yo a las circunstancias y buscar soluciones alternativas, que puede que no lleven exactamente al objetivo estándar que el 99% de las personas esperarían, pero sí cumplen con el propósito que me he marcado y por encima de todo… me hacen disfrutar del proceso.
Arantza.
Tablet de ElaOrdenador de Ela, con ratón inalámbrico y pen.Ebook para Arantza
¿Quieres ver más artículos del blog? pincha en este link: Family Supply Chain.
Más allá de los aspectos cuantitativos, afinar el tiro en la cadena de suministro pasa por entender que somos el medio de transmisión entre dos o varios actores, que esos actores no siempre se distinguen a primera vista y además es fundamental comprender su necesidad logística… incluso a pesar de ellos mismos.
Hace unos días conversábamos en el Centro de Negocios Capitol Empresa sobre la relación entre logística, clientes y la importancia de integrar cada vez más aspectos y departamentos para conseguir generar una experiencia satisfactoria del cliente.
En concreto nos centramos en la parte cualitativa, en las percepciones y sensaciones, en esa forma de hacer las cosas que complementan la parte cuantitativa (la de los datos, formulas, contratos…) que es tan difícil de medir y para el que una excel no nos va a dar la solución.
Como parte de la logística en una empresa industrial, y siempre siguiendo ese mismo hilo cualitativo (ese “je ne sais quoi” que dirían nuestros vecinos) el tema podemos resumirlo en 3 pasos fáciles de recordar:
1-. SOMOS EL QUESO DEL SÁNDWICH.
La Cadena de suministro en su más amplio sentido, ejerce de TRANSMISOR entre un EMISOR y un RECEPTOR, a través de unas reglas del juego previamente definidas y con ciertos condicionantes y restricciones (legales, temporales…).
No es que estemos en el centro, es que estamos literalmente en el medio del proceso, como el queso fundido en un sándwich, y aceptar esta premisa evidencia replantearse la pregunta ¿Quién es nuestro cliente?
En el sentido más tradicional nuestro cliente sería el receptor, pero siguiendo la analogía del sándwich, si nosotros somos el queso, entonces emisor y receptor son una rebanada de pan de molde cada uno. Las rebanadas… tanto monta monta tanto, así que primera consecuencia:
En la cadena de suministro: “CLIENTE” es tanto el emisor como el receptor.
Pero nosotros no somos las rebanadas, somos el queso de este sándwich, maleable y que se amolda a la presión, por eso, la segunda consecuencia:
¿Formas parte de la Cadena de Suministro? Debes tener resiliencia para trabajar en el día a día con los problemas, retrasos, y posibles inconvenientes que puedan originarse “en casa” del transmisor o del receptor.
2-. ENCONTRAR A WALLY.
Tenemos siempre varios clientes, ya está claro. Ahora toca ser eficiente y encontrar a nuestros verdaderos clientes operativos – a Wally – más allá de alguien que pasa un pedido o personas que envían un e-mail.
Un ejemplo: En el caso de un envío de muestras a un tercero, nuestros clientes operativos son al menos 3:
a-. El EMISOR, es quien decide que esas muestras hay que enviarlas a cierto receptor en unas determinadas condiciones. Da igual quién nos envíe o reenvíe la información, debemos buscar el emisor ORIGEN y entender su necesidad en ese encargo, implícita o explícita, y además comprender sus expectativas.
b-. El RECEPTOR de las muestras, y más en concreto, el departamento logístico de la empresa que recibe las muestras, pues va a dictar las reglas del juego. Cuándo, dónde, de qué forma, con qué documentación…
c-. El VEHÍCULO de la información, en este caso la empresa de transportes contratada, la cual necesita las indicaciones adecuadas, medios apropiados y condiciones pactadas y específicas. El transmisor es quién actúa físicamente en nuestro lugar con el receptor y el emisor.
¿SER EFICIENTE O EFICAZ?
Una vez tenemos controlados a todos “los Wallies” – Clientes – y definidos en cada caso concreto, nuestro objetivo fundamental es ser eficientes en todos nuestros procesos, con el mínimo desperdicio en cada una de las fases, y léase desperdicio como pérdida de cualquier tipo de recursos en cualquiera de los eslabones de la cadena, lo que suele ir muy unido a la descripción y estandarización de procesos.
Ser eficiente (cero desperdicio) es la regla básica para ser competitivo, pero hay veces en las que para salvar el negocio, se necesita ser EFICAZ. Como decimos por Valencia (y mis más sinceras disculpas por el vocabulario):
Els diners i els collons, per a les ocasions.
Tener claros nuestros clientes reales, nos ayudará a distinguir rápidamente en qué ocasiones es necesario asignar los recursos “extra” para asegurar la eficacia, minimizando el impacto en la cuenta de resultados.
3-. SALIR DE MATRIX
… o no volver a entrar.
¿Y qué es Matrix? Matrix es el “conocimiento logístico” de nuestros clientes. Su percepción de las necesidades logísticas, su capacidad para expresarlas y las expectativas que se ha creado al respecto.
Más allá de que una entrega sea correcta objetivamente hablando, el “éxito” o “fracaso” de la operación reside en el grado de cumplimiento de las expectativas de todos nuestros clientes.
Cada cliente tiene su propio Matrix particular, puesto que ese conocimiento es personal, y la forma de transmitirlo también.
Con salir de Matrix (o no entrar en Matrix) nos referimos al proceso de traducir a nuestro cliente para comprender su necesidad, extrapolarla a nuestros procesos estándar y equiparar sus expectativas con el servicio que vamos a ofrecerle. Debemos ser capaces de extraer, objetivizar, parametrizar y estandarizar esa demanda única, “sacarla de Matrix”, para poder alinearla con los procesos logísticos adecuados.
Y para finalizar, una vez tenemos claro que debemos ser maleables como el queso fundido, reconocer a nuestros verdaderos clientes y comprender su necesidad, incluso a pesar de ellos… ¡sólo queda ponerse manos a la obra!
Hace unos meses tuve una larga charla con una compañera del sector. Me contaba cómo había funcionado el lanzamiento de un nuevo proyecto, y aunque había sido un éxito hacia el cliente, la mayor parte de la conversación estaba centrada en detalles muy concretos que habían generado una tensión tal, que por momentos mi compi pensaba que se les iba el proyecto a pique.
Lo curioso del caso, es que dentro del proyecto, ninguna de las partes por separado implicaba un nivel superior de conocimientos o tecnología que no hubieran utilizado ya. Todo era teoría conocida. Y aun así, a la hora de la verdad, en la práctica, entraron de lleno en una espiral de caos.
¿Qué es para mí una espiral de caos? Pues la espiral del caos es un momento en el que pese a estar tratando con conceptos sencillos (información, niveles de comunicación, skateholders, procedimientos…) que se creían totalmente OK y que además no son nuevos y están incorporados a la rutina de trabajo, cuando se ensamblan juntos se crea de repente un follón que crece “de la nada” y se convierte en un tifón de fuerza 5. Para más inri, normalmente esto sucede un viernes a última hora, o en Agosto, cuando la mitad de las personas del mundo están de vacaciones, o en el previo a un festivo…. Y no es casualidad.
En este caso concreto, el producto estaba fabricado con tecnología totalmente conocida y utilizada a diario; el cliente era nuevo, pero con unos canales de comunicación estándares, las personas implicadas eran especialistas en su área de conocimiento y además era un proyecto prioritario para la compañía.
Si “lo tenían todo”… ¿qué es lo que no salió bien para incluso llegar a plantearse que no salvaban la primera entrega? En este punto, y después de unas horas hablando y profundizando sobre el tema, su conclusión fue que dieron por supuesto muchos pequeños detalles.
Nada más. Y nada menos.
A posteriori vio que trabajaron con exceso de confianza y subestimaron la importancia de tener realmente maduros los procesos en su conjunto. Sobre el papel, se conocían todos los pasos, ¿qué podía pasar? Pues… todo.
Dieron por sentado que todos entendían lo mismo cuando describían las partes del proyecto, que todo el mundo conocía y dominaba su parcela de gestión… y que sabía cuál era exactamente su parcela de gestión. No previeron tiempos “extra” para posibles imprevistos ni se dieron el tiempo a ellos mismos, no tuvieron en cuenta que lo más delicado de un proyecto es el ensamblaje de las diferentes partes, pensaron que todos tenían claros los límites de cada área (total, esto es “más de lo mismo”). Trabajaron a la vez y en el mismo proyecto, pero no consiguieron trabajar en equipo. Dieron por supuesto que había un líder y una línea de trabajo estable… y el día que todo debía fluir, lo que llegó fue un tsunami y entraron en una espiral de caos.
Afortunadamente, uno de los fuertes absolutos de ese equipo es solucionar problemas, así que esta historia tiene final feliz, con una primera entrega impecable cara al cliente, pero todo el que ha vivido ese momento tsunami, sabe el esfuerzo titánico que hace falta para reconducir la situación.
Una vez dentro de una espiral del caos, sólo hay un camino posible, “echarle músculo” inmediato a la situación para contenerla (más horas, más recursos) y con suerte, aprender mucho de ella.
Todo el mundo habla de delegar en el trabajo, pero delegar es algo bastante difícil y no es banal.
Por un lado, es imposible ser mando intermedio (y mucho menos directivo) si no somos capaces de delegar, es algo intrínseco a un puesto de una cierta entidad (aunque no se tengan colaboradores directos) y un hecho consumado porque, por muchísima capacidad de trabajo que tengamos, al final cada uno de nosotros está restringido (máximo) a: 24h al día, dos oídos para escuchar, dos ojos para ver, dos manos para actuar, dos piernas para desplazarse, una boca para hablar, un cerebro para pensar y coordinar todo lo demás, y una única percepción del mundo. ¿Por qué describo algo tal trivial? Pues porque realmente cuando gestionas un puesto intermedio o directivo… ¡son muy pocos recursos si quieres hacerlo todo!
Mi sensación es que, al menos los que hemos estudiado carreras STEM en España, aprendemos durante años a trabajar con números, datos, problemas complejos, árboles de decisión, procesos etc, pero salimos con muy pocos conocimientos de gestión de personas. El que vaya a contestar a esto diciendo que este tema se “aprende” con las decenas de trabajos que hay que exponer en grupo, por favor, que no pierda el tiempo, eso nos hace practicar para aprender a trabajar en grupo, y ya os confirmo que del “grupo” al “equipo” hay una galaxia de distancia. Es verdad que cuando haces un posgrado, trabajar casos prácticos en grupo y hacer role-playing te ayudan (esta vez sí), a entender y practicar el trabajo en equipo. Pero delegar es otra cosa.
Debo confesar que delegar me parece una de los procesos más difíciles de realizar y que se requiere práctica, autoconocimiento y autocontrol, porque si tienes un perfil técnico en el fondo (siendo honesto contigo mismo) crees que la mejor persona para hacer exactamente eso que has pensado o diseñado… eres tú y sólo tú mismo.
Aquí es donde entra el primer aspecto fundamental:LA CONFIANZA
Mi experiencia, nada reglada pero 100% empírica, me hace llegar a la conclusión de que para poder delegar plenamente, lo que hacemos en realidad es un ejercicio de confianza. Confiar en que esa persona encontrará el camino adecuado, confiar en que tiene los conocimientos necesarios, confiar en su buen hacer , en que encontrará la forma de resolver los problemas que vayan apareciendo y que hablará contigo sobre lo que no ve claro o los posibles puntos débiles.
Pero, ¿cómo confiar en personas que “llegan a ti”? Habitualmente son personas que no hemos elegido, muchas veces ni siquiera las conocemos en profundidad, puede que ni siquiera coincidamos en los métodos de trabajo o que personalmente no tengamos nada en común más que el trabajo. No son tu novio, ni tu mejor amigo. Sin embargo, vamos a confiar a ellos nuestro éxito laboral.
¿Cómo? Siendo CREYENTE.
Es necesario creer. Creer en nuestra empresa, en sus valores para contratar a las personas adecuadas, CREER EN EL PROYECTO, creer en el criterio de la persona que – a su vez – ha delegado en nosotros, que ha confiado en nosotros. Es hacer un acto de fe hacia el sistema que hemos elegido para desarrollarnos profesionalmente. O nos creemos nuestro trabajo (nuestro proyecto) y confiamos en el resto, o como dicen en mi pueblo, a ver cómo “vendemos la burra» al que lo tiene que hacer por nosotros. Al fin y al cabo eso es delegar.
Por último un consejo, hacérnoslo mirar: Cuando fracasa un trabajo que hemos delegado dejemos las excusas porque el máximo responsable del fracaso somos nosotros. Dejemos de pensar en “culpables” y hagamos revisión interna:
¿Hemos comunicado de una forma eficaz el mensaje? ¡El mensaje sólo es válido si el RECEPTOR lo entiende! ¿Hemos supervisados los hitos en tiempo y forma? ¿Hemos atendido las dudas que surgen? Pero no las que nosotros creemos, sino las que los demás exponen. ¿Les hemos dado tiempo y espacio para explicar los “contras” y las posibles soluciones?. ¿Hemos ayudado a resolver los problemas que no saben/pueden resolver las personas en las que hemos delegado?
Delegar, como también dirían en mi pueblo, no es endiñar el marrón a otro.
Hace poco estuve en el VI encuentro Alimarket de Logística de gran consumo, y la primera ponencia era de Bertrand Renault, Director Logístico de FNAC España: “Del multicanal al omnicanal en la nueva logística retail”.
Uno de los puntos principales para entender todo el cambio que habían hecho era: “Saber lo que queremos y lo que somos”.
A muchos les pareció poco relevante, yo pensé: “debería haber sido la primera diapositiva de la ponencia”.
¿Por qué? Porque si no sabes quién eres y a dónde vas, no sabes nada. Quizás lo siguiente es pensar que sí, que eso está bien para los “grandes planes estratégicos” de la empresa, pero la verdad, lo que realmente hace que los planes se cumplan es tener presente la esencia en los pequeños gestos del día a día.
Mi Experiencia:
Hace unos años, estábamos creando un procedimiento sobre aprovisionamiento de materias primas que tenía que desarrollarse en conjunto con el departamento de calidad, y después de varias reuniones, no teníamos claro cómo abordar uno de los puntos iniciales y qué enfoque darle, lo que era muy importante porque en función de cómo lo definiéramos íbamos a implementar una forma u otra de trabajo que afectaría al trabajo rutinario de muchas personas.
Uno de los días que estábamos de nuevo hablando sobre lo mismo sin haber avanzado mucho, coincidió que en la reunión estaba el entonces Director de Calidad e I+D, Rafa Boix, y cuando vio la situación lo único que nos dijo fue:
¿Dónde trabajáis? ¿Cuál es la misión de esta empresa? ¿Cuál es la visión de esta empresa? ¿Cuál es nuestra estrategia actual? No sé qué duda puede haber si lo tenéis en cuenta. Volveremos a reunirnos cuando el procedimiento que escribáis cumpla punto por punto con lo que somos.
Aquello me dejó doblemente KO porque lo que me esperaba era alguien que eligiera “A o B” y no que nos devolviera la pelota… ¡y qué pelota! Además, ¿qué era eso de qué hiciéramos un procedimiento que se convertiría en rutinario basándonos en la misión de la empresa?
Honestamente hasta aquí mi imagen de la misión, visión etc… lo que me parecía era HUMO. Humo denso de puro habano que se fumaban los departamentos de RSC o comunicación o márquetin y que lo maqueaban de forma cuqui para rellenar las webs corporativas. En ese momento pensé: “menudo marrón me acaba de caer, no sólo no conseguimos seguir adelante sino que le tenemos que dar enfoque metafísico de palabrería. Genial”. Qué miras tan reducidas tenía…
En fin, el caso es que me gustara o no, eso es lo que había, y ante un cambio disruptivo, tenemos dos formas de enfrentarnos a él:
1-. Menudo rollo, no me creo nada, con todo lo que tengo y encima esto, voy a salvar la papeleta o intentar que lo haga otro.
2-. Mis creencias me dicen que esto no va a funcionar pero realmente no sé de qué va y lo tengo que hacer igual, así que borro mis reticencias y lo encaro con una mentalidad abierta, quién sabe, si encima aprendo algo… eso que me llevo.
Yo opté por el segundo formato, y desde entonces, mi forma de pensar cambió radicalmente (al final sí que aprendí, sí…)
En nuestro caso, estos son los valores:
Y he de decir, que sí nos marcó como equipo el tenerlos delante cada vez que hablábamos del procedimiento en cuestión, en cierta forma nos hizo limar aristas y confluir en los puntos más controvertidos, y también nos hizo modificar otros procedimientos que creíamos terminados.
La práctica:
Si aún crees que la misión, visión y valores de una compañía no marca (o debería) su día a día, te invito a este pequeño ejercicio práctico.
Piensa el protocolo para trabajar con un proveedor, tu política de servicio al cliente, tu estándar de calidad… lo que quieras, según la visión, misión y valores de AMAZON; FERRARI, UNICEF, SAREB y ACCIONA. ¿De verdad no cambia nada?
Our mission is simple: We want Amazon to be the place where our customers can find, discover and buy anything online. Whatever our customers want, we will find the means to deliver it. At Amazon, we’re working to be the most customer – centric company on earth.
Unique: Being Ferrari means being part of a unique future-focused team in which people are the most valuable resource. Together we compete on the track and markets all over the world. Together we’ve crafted the Vision, Mission and Values that are the very essence of feeling part of Ferrari and which guide us as we tackle our day-to-day challenges.
Vision: Ferrari, Italian Excellence that makes the world dream
Mission: We build cars, symbols of Italian excellence the world over, and we do so to win on both road and track. Unique creations that fuel the Prancing Horse legend and generate a “World of Dreams and Emotions”.
La misión: La Asamblea General de las Naciones Unidas ha confiado al UNICEF el mandato de promover la protección de los derechos del niño, de ayudar a satisfacer sus necesidades básicas y de aumentar las oportunidades que se les ofrecen para que alcancen plenamente sus potencialidades.
El UNICEF se guía por lo dispuesto en la Convención sobre los Derechos del Niño y se esfuerza por conseguir que esos derechos se conviertan en principios éticos perdurables y normas internacionales de conducta hacia los niños.
El UNICEF reitera que la supervivencia, la protección y el desarrollo de los niños son imperativos de desarrollo de carácter universal y forman parte integrante del progreso de la humanidad.
El UNICEF moviliza la voluntad política y los recursos materiales para ayudar a los países, en particular a los países en desarrollo, a garantizar que los niños tengan derechos prioritarios sobre los recursos, y a crear la capacidad de establecer políticas apropiadas y ofrecer servicios para los niños y sus familias.
El UNICEF se empeña en garantizar que se dé protección especial a los niños más desfavorecidos: víctimas de guerra, desastres, extrema pobreza, todas las formas de violencia y explotación y los niños con discapacidades.
El UNICEF no es una organización partidista y su cooperación no es discriminatoria; en todo lo que hace, tienen prioridad los niños más desfavorecidos y los países más necesitados.
Misión: Nuestra misión es desinvertir los activos en un plazo de 15 años. Somos un instrumento clave en el saneamiento bancario español. Nuestro compromiso es vender en el plazo establecido los activos financieros e inmobiliarios recibidos y cumplir con la devolución de la deuda avalada por el Estado español. Debemos asegurar nuestra viabilidad como empresa para cumplir con los compromisos adquiridos con accionistas, inversores y la sociedad en su conjunto.
Visión: Trabajamos para que nuestra labor permita mejorar la economía española, de forma que repercuta favorablemente en el conjunto de la sociedad. Somos una empresa privada dedicada a cumplir el mandato que nos ha sido encomendado, contribuyendo así al saneamiento del sector financiero y de la economía española. En este proceso es clave la cualificación profesional y ética de nuestros empleados. El compromiso cívico nos lleva a trabajar bajo estándares éticos y con criterios socialmente responsables.
Buscamos satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las de generaciones futuras.
Nuestra misión es ser líderes en la creación, promoción y gestión de infraestructuras, energía, agua y servicios; contribuyendo activamente al bienestar social, al desarrollo sostenible y a la generación de valor para nuestros grupos de interés.
Nuestra visión es ser capaces de dar respuesta al reto de conseguir un desarrollo sostenible a través de todas nuestras áreas de actividad, para que generaciones actuales y futuras disfrutemos de una vida mejor.
Desde que lo leí por primera vez hace muuuucho tiempo, este poema se quedó conmigo y me ha acompañado en el camino. Ahora, retrospectivamente y salvando las distancias, me recuerda a muchas situaciones de nuestro día a día en Cadena de Suministro:
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo.El padecía claustrofobia, y ella, agorafobia.Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti (Despistes y Franquezas, 1989).
Cuando crees que has encontrado una solución “estupenda” a un problema difícil, resulta que es ilegal por cierta normativa que ni sabías que se aplicaría en ese caso.
Encontrar soluciones adecuadas a los desafíos en Cadena de Suministro exige creatividad y rapidez de acción, pero lo que realmente marca la diferencia es encontrar la solución esférica, esa que, la mire quién la mire y la mires por dónde la mires… soluciona el problema.
La solución a un problema complejo nunca puede llegar de la incomunicación y el departamentalismo porque habitualmente, LA SOLUCIÓN, la buena con mayúsculas, nunca implica a una sola persona ni a un solo departamento.
¿Y dónde encuentro yo esa solución perfecta?
Pues en la calle.
Sí, en “la calle”: en mis compañeros de trabajo, escuchando su experiencia; en mi competencia, observando sus pasos; en mis jefes y en los jefes de mis jefes, adecuándola a nuestra estrategia; en mis clientes: las unidades productivas y en sus clientes, los usuarios de los productos; en mis amigos: ¿quién no se ha “iluminado” alguna vez tomando algo con los amigos?; en mi red de contactos, valorando opciones, leyendo artículos…
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