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Lo que una excel no puede contarte

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EL PROBLEMA DE LOS PADRES TRABAJADORES QUE SON PAPÁS

La conciliación familiar no es un problema que afecta sólo a las mujeres trabajadoras, es un problema global que nos afecta como sociedad.

Definición según la RAE de SOCIEDAD: conjunto DE PERSONAS, pueblos o naciones que conviven bajo normas comunes. Agrupación natural o pactada DE PERSONAS, organizada para cooperar en la consecución de determinados fines.

Como idea de fuerza y yendo a lo básico: una sociedad sin personas deja de tener sentido y de momento y a medio plazo, la forma más inmediata de conseguir más personas es procrear. Tener hijos y criarlos, vamos.

Hoy en concreto te quiero contar dos ejemplos sobre padres que trabajan y son papás.

Dos historias, la de Juan y la de Arturo. Ambos son pseudónimos de dos amigos. Ambas son historias reales. Insisto: VERÍDICAS, y después de leer la segunda entenderás por qué hago hincapié.

Juan Sinmiedo es papá de un niño de 1 año que es su ojito derecho y que crece que se las pela. Trabaja para la empresa NOMEIMPORTA S.L. y tiene un problemón porque no puede coger una jornada reducida para estar con su hijo por las tardes, o tener horario flexible para llevarlo a la guarde por las mañanas sin que su trabajo peligre. Legalmente está en todo su “derecho” lo que pasa es a menudo Juan tiene que escuchar: verás Juan, ¿menos horas? ¿Entrar tarde? en NOMEIMPORTA no está bien visto eso de querer escaquearse… aquí necesitamos COMPROMISO Juan, echar horas Juan, que al fin y al cabo eres el padre y tampoco es que lo hayas parido… ¿no lo puede hacer tu mujer o los abuelos?.

Posiblemente Juan pueda delegar esa tarea, el problema es que Juan QUIERE cuidar de su hijo, QUIERE verlo crecer, QUIERE educarlo y la “sociedad” aplaude y anima a ser así, pero su día a día (su realidad) es otra muy diferente.

¿Te ha parecido exagerado, verdad? Jajajaja… entonces sigue leyendo que vas a flipar.

Arturo Caballero es Director Industrial. Como tiene un perfilazo porque es un gran profesional y unas recomendaciones brutales de los CEO de sus trabajos anteriores, está en varios procesos, y el sábado le llamaron de MORDRED S.A. para decirle que era la persona idónea para el puesto. Después de 2 entrevistas de más de dos horas de duración cada una, referencias de sus responsables anteriores y cruces de e-mails en MORDRED estaban seguros de que Arturo era la persona que buscaba.

Sábado 27/Marzo/2021 a las 11 am. Llamada de teléfono del CEO de Mordred a Arturo:

  • Arturo, enhorabuena, eres la persona que estamos buscando. Quedamos en que podías empezar inmediatamente, ¿verdad? ¿Podrías empezar este mismo miércoles? (día anterior a Jueves Santo).
  • Genial, estoy muy contento. Tengo que ver la logística familiar porque los niños no tienen clase en Semana Santa y mi mujer no tiene vacaciones. Tengo que ver qué podemos hacer.
  • Ah, ¿tu mujer trabaja?
  • Sí, claro. Como te decía, vemos cómo lo hacemos con los niños y el Lunes te confirmo la entrada.

Sábado 27/Marzo a las 13:30. DOS HORAS Y MEDIA DESPUÉS: Whatsapp de voz del CEO a Arturo (y transcribo LITERALMENTE):

Sí mira, que hemos hablado antes. No te quería llamar por no molestarte en sábado. Simplemente comentarte que después de la conversación de esta mañana pues, ehh, se me vuelven a validar algunas cosas que ya habíamos visto al principio y de las cuales ya habíamos hablado que son: cuáles son tus prioridades realmente ahora, y que entiendo perfectamente la de tus hijos obviamente y la de tu familia y tu momento especial. Y entonces yo quiero ser absolutamente franco contigo. Aunque tengas el perfil perfecto para entrar en nuestra organización y eres una persona muy válida y con la integridad que buscamos, el momento preciso de nuestra empresa requiere de una persona que este full time y muy concentrada y en un momento como muy despejada de mente para ayudarnos a realizar los pasos que  tú has visto y que nos preocupan, que es un crecimiento rápido en un momento que lo requiere. Para no hacerte perder tiempo y no trastocar tu agenda y tus cosas simplemente decirte que de momento (como va a haber más ocasiones para más adelante, incorporaremos más gente con perfiles altos y a lo mejor más adaptados también al sueldo que estás buscando) prefiero no hacerte perder el tiempo y tampoco consumir mucha energía y dar un mensaje equivocado dentro de la organización y moverme con otro candidato y seguir adelante con ese proceso. No quiero hacerte perder el tiempo y como ves intento tener una comunicación súper directa y clara para que no haya confusiones. Lo siento porque realmente tienes un perfil excelente y sabes que para nosotros serías la persona ideal pero ahora no es tu momento y nosotros tenemos que seguir moviéndonos y buscar la persona que sí pueda estar al 100% para este proyecto. Muchas gracias, un abrazo, que tengas unas felices fiestas también.”

Se le podría sacar tanta punta y es tan grande el estupor… que yo me quedo sin palabras.

Para cerrar el círculo de esta historia rocambolesca, un dato curioso: Da la casualidad de que una de las características más apreciadas por toda la gente que hemos trabajado con Arturo es su compromiso con su trabajo y la empresa.

Hay más historias, muchas más. Historias de papás y de mamás. Historias de FAMILIAS.

No siempre podemos permitirnos el lujo de elegir, pero cuando sea posible, elige una empresa que entienda que el mayor activo de nuestra sociedad es poder asegurar el futuro de la sociedad (recuerda: conjunto de personas…)

Arantza. Familysupplychain.

Nota de la autora: Sir Mordred es un personaje de la mitología celta conocido por acabar con la vida del Rey Arturo en la Batalla de Camlann. Wikipedia

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EL PODER DE QUERER


Ellas tienen 9 años. Una vive en Madrid y otra en Valencia y son tan amigas que se han convertido en primas “de corazón” (todo el mundo sabe que la Familia de Corazón es aquella que eliges para que forme parte de tu familia, más allá de tu familia)

Se conocen desde que nacieron y se ven con bastante frecuencia, salvo este año extraño que ha hecho que haya pasado “uuuffff” de tiempo sin verse.
En el reencuentro risas, nervios y cuchicheos y tras un rato vienen contentas y gritando alborotadas:

– Mamá, “tía”, ¡¡hemos crecido iguales!! Mira, si yo me pongo de puntillas somos iguales de altura, y si ella gira la cabeza hacia atrás, tenemos el pelo igual de largo, y si a mí me da más el sol, se me pone el pelo más amarillo como a ella y si ella se lo peina fuerte, se le queda liso como el mío… ¿no es increíble? 🙂

No es increíble chicas, es QUERER que sucedan las cosas.

En el mundo laboral pasa exactamente lo mismo. Los nuevos proyectos, los nuevos retos, no pueden basarse en el empuje de una sola persona, la empresa no puede permitirse optar solo a una idea cuándo esa idea puede ampliarse, mejorarse, hacerse mucho más cabal y con menos costes (y no sólo económicos) si el resto de profesionales aportan su visión. Cuanto más diferente y diversa es esa visión, más valor aporta. ¿Cuál es el primer paso?: QUERER.

Para acercar posturas en una negociación, hay que QUERER ver puntos en común.
Para sacar adelante un proyecto, hay que QUERER buscar soluciones.
Para aprender hay que QUERER entender que el error nos conduce a nuevos caminos.

Arantza.

LINKEDIN: DE LO PROFESIONAL A LO PERSONAL

LinkedIn es una red profesional.

Creas tu perfil profesional, compartes artículos y comentarios que aportan valor en el entorno laboral, contactas con personas afines con puestos que complementan el tuyo, sigues páginas corporativas, ves noticias del sector, descubres ponencias interesantes y formas parte de Grupos específicos.

Todo desde tu ordenador/tablet/móvil/aparatejo digital conectado. De forma pasiva, “vouyeurista” o meditadamente activa. Con una foto de perfil aseada, capacidad para reflexionar ese comentario, saltar ese vídeo, esbozar media sonrisa cuando lees a ese viejo conocido o poner un leve gesto de desdén ante ese artículo que se repite desde el segundo párrafo.

LinkedIn  es una red limpia, seria. Aséptica.

Y luego estamos las personas que formamos esa red. Nuestra parte profesional nos integra, nuestros objetivos comunes nos encuentran y de repente las personas conectan.

Porque cuando encuentras personas para las que su profesión (¡también!) es apasionante y además tienen un aporte personal que no te lo acabas ni con todos los años bisiestos del próximo siglo juntos, de repente te das cuenta del alcance físico real (que al fin y al cabo esto de LinkedIn sólo es un medio, no un fin) y de la potencia de las relaciones personales.

Hoy me gustaría compartir solo un ejemplo y bien pequeñito, porque al final a las personas nos gustan las personas y LinkedIn está tan lleno de iniciativas para pasar de lo digital a lo presencial que dejando  que las manos tecleen al azar mientras estornudas fuerte, es posible que des con un hastag al respecto, ¡y menos mal que cada vez hay más!. Yo hoy quiero hablaros de Lola y nuestra historia profesional.

Lola contactó conmigo (evidentemente a través de LinkedIn) a finales de 2016, ella trabajaba en una empresa tecnológica para gestionar transporte, yo desarrollando la logística de distribución de mi grupo… vamos, un maridaje (Linkedaje) perfecto.

Allá que empezamos a contactar vía mensajes: pues mira qué tipo de distribución quiero hacer, pues yo te recomiendo que revises estos requisitos, ¿pues te has fijado en la forma de distribución de éste y aquél retail?, pues vamos a revisar si alguna red de transporte colaborativo sería posible con mis flujos, pues mira que me pillas ahora en casa en León, ¡pues no me digas! si justo voy por allí en un par de semanas a visitar a mi familia, pues en dos semanas estoy en casa de uno de mis clientes en UK, lástima, pues te tienes que venir a Valencia a ver la fábrica y vemos con números si tu solución es adecuada, pues vamos a cerrar agendas, pero oye, participamos en un evento en BCN sobre Supply Chain y dispongo de invitaciones, ¿por qué no te vienes y lo conoces de primera mano?

Y allí que fui con mi jefe del momento (y siempre buen amigo) Raul a la Supply Chain and Logistics Summit (http://www.sclsummit.com/) que se celebró en Barcelona en Julio 2017. El congreso fue muy interesante e intenso y entre medias me dio tiempo a donar sangre… ¡y contarlo! (https://donandovoy.wordpress.com/2017/07/28/donando-voy-en-barcelona/) pero lo mejor de todo, conocer a Lola en persona.

En cuanto vi a ese duendecillo de pelo rubio platino que hablaba con la misma pasión sobre la Cadena de Suministro, la cena de esa noche, la educación de su hijo o la dificultad para encontrar mujeres en el campo de la logística, supe que éramos almas ingenieras gemelas.

Finalmente no logramos poder trabajar en el proyecto logístico común, pero al año siguiente yo daba una ponencia en Alimarket en Madrid, así que fue el turno de devolverle la invitación y nos vimos en Mayo del 2018. Fue un día bonito e intenso en el que de nuevo se agolparon los temas uno encima de otro, experiencias profesionales mezcladas con aspiraciones personales, vivencias como ingenieras, como madres, como profesionales con responsabilidad, como mujeres.

Desde entonces la vida nos ha dado un par de vueltas a cada una, ambas hemos cambiado de trabajo, ambas hemos hecho cosas diferentes, seguimos con nuestras trayectorias que nos completan y nos seguimos mutuamente la pista muy de cerca.

La penúltima vez que nos vimos estuvimos paseando por el Pantano de Villameca. Allí estábamos las dos en medio de un paraje natural precioso, solas solísimas en medio de la naturaleza, hablando de las aplicaciones de la tecnología blockchain, de la educación de nuestros hijos, de las Women Angels, de modelos de planificación, de cómo nos repartimos las tareas del hogar con nuestras parejas, de la gestión de personas en entornos industriales, de trucos para dejar varias cenas hechas, del mundo Start Up y sus luces y sus sombras, de qué forma sacar tiempo para hacer deporte en esta vorágine de vida o de la necesidad de implicarnos en proyectos que acerquen el mundo STEM (https://www.f-iniciativas.es/el-concepto-stem-que-significa) a las mujeres del futuro.

Imagino que vernos en acción juntas a veces debe ser brumador, a la velocidad a la que hablamos las dos, con el ímpetu y de la forma en que saltamos de un tema a otro que ni Fosbury (https://es.wikipedia.org/wiki/Dick_Fosbury). Es tan intenso como emocionante.

Nosotras hablamos de todo desde el todo y es tan apasionante que más que tratar los temas ellos nos abordan a nosotras como vendedores en el gran bazar de Estambul.

Espero con ganas y en modo “cuenta atrás” volver a vernos este verano, familias incluidas.

Gracias LinkedIn, entorno pulcro y neutro, por ofrecernos la oportunidad de pasar de lo profesional a lo personal.

Arantza.

PD1: Estas somos Lola y yo en LinkedIn 🙂 LOLAARANTZA

PD2: Algunas pistas a seguir en LinkedIn: #humanosenlaoficina #ponlecara #ciadelinkedin #sinlimitesvalencia.

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¿NO PUEDES HACERLO? BUSCA OTRA FORMA.

Los martes por la tarde son nuestros.

No hay actividades extraescolares, no hay que hacer la compra, no hay que recoger cosas de la casa ni grandes deberes porque los martes por la tarde son nuestros, de Ela, míos y de alguna amiguita ocasional.

Y claro, con tooooda la tarde por delante en casa lo normal es planear qué vamos a hacer, porque podemos hacer un montón de cosas… Podemos jugar a todo lo que se nos ocurra: saltar a la cuerda y dar volteretas, utilizar todos los juegos de casa, abrir el baúl de los disfraces, pintar con todo tipo de colores, cartulinas, gomaeva, crear arte, hacer “experimentos de ciencia” en la cocina… lo que queramos, PERO (casi siempre hay peros en la vida) hay una norma y es que durante esa tarde no es posible ver tele (ni jugar a la Tablet, etc).

Hace un par de martes mientras merendábamos, estábamos hablando sobre qué podríamos hacer esa tarde, y aunque las dos sabemos las normas, ver tele (que es una acción pasiva) siempre parece más apetecible en primera instancia que empezar un juego (que implica acción física  y/o mental), y hay días que Ela hace más hincapié por estar delante de una pantalla y ese día era uno de ellos.

Mamá, ¿por qué no vemos la tele primero?” – da igual las veces que lo hayamos hablado, intentarlo es gratis – “Ya sabes que hoy no hay tele…” – y quedarse en un primer intento sería de amateur –  “Venga mamá, un minutito solo…” – “el minutito” es la medida internacional de tiempo infantil que valida la teoría de la relatividad de Einstein solo en el caso de ralentizar el tiempo – “Ela, no hay tele ni un minutito  siquiera, pero ya lo sabes. ¿Por qué no jugamos a Operación, o Hundir la flota o al Monopoly?” – yo apelando a la integridad de una niña de 7 años y utilizando el viejo truco de desviar la atención, que de momento (¡menos mal!) funciona casi siempre, así que finalmente nos pusimos a jugar al UNO.

Al de un rato llega el segundo intento, esta vez con la tablet – “Mamá, un minutito de Tablet, solo una partida” – otra vez Einstein y su teoría de la relatividad – “Ela, hoy no puede ser. ¿Y si hacemos volteretas laterales y el pino? Yo te sujeto” – vamos a ver si remontamos el bache con algo más movido – “Mama, que no es tele es tablet, vengaaaaaa y si no, ¿puedo ver fotos en tu móvil? ¿o buscar en Google canciones?” – ufff, hoy se complica el tema así que lo mejor es cortar todas las alternativas de raíz sin más opciones posibles – “Ela, hoy no puede ser cielo, de hecho no puede ser ningún cacharro que se conecte a internet o que tenga pantalla o que necesite electricidad. Ni móvil, ni tele, ni Tablet, ni ordenador… ni microondas. Ninguno. Es una norma y hay que cumplirla”.

En este punto noto claramente que hoy a Ela no le parece nada bien la norma de las narices. – “Pues yo quiero la tablet y el ordenador… y los voy a usar sea como sea” –  dice en bajito con la mirada hacia abajo, el ceño bien fruncido y los brazos cruzados. Se queda en esa postura un buen rato hasta que levanta la cabeza con una sonrisilla de medio lado y me dice – “Mamá, he decidido que quiero hacer arte, pero es una sorpresa así que quiero hacerlo sola y que no mires” – Os podéis imaginar que es música para mis oídos, se acabó el tira y afloja sobre el uso de la tecnología – “Bien cariño, si no puedo mirar, yo me pongo a leer un rato en el sillón de leer mientras tú terminas la sorpresa” – encima planazo, poder dedicar un rato a leer – “Pero mamá, no puede ser el ebook, eh? Que hay que cumplir las normas…” – ¡chica lista!, hay que ser coherente y la norma es para todos así que cojo un libro analógico para la ocasión.

Así pasamos buena parte de la tarde, Ela muy concentrada en la mesa del salón, pintando, recortando, usando la regla… de vez en cuando iba al estudio y miraba el ordenador, el ratón, un móvil de juguete, y yo enfrascada en mi libro. De repente escucho que Ela ha dejado de hacer “arte” y está como aporreando el papel que estaba pintando. Cuando le pregunto qué está haciendo me dice con una sonrisa enorme y triunfal: “Mamá, estoy jugando a espías con… ¡¡mi nueva tablet y mi nuevo ordenador!! Ya te dije que iba a usarlos sea como sea…

El resultado del “arte” de Ela podéis verlo en las fotos justo aquí abajo (incluso hay un ebook para mí) y no hace falta que os diga que pasamos el resto de la tarde jugando a  utilizar su tablet y su ordenador y lo pasamos estupendamente.

Más allá de la anécdota, me gusta recordar este  momento en mi día a día laboral: Tener claro un objetivo y seguir las normas, por supuesto, pero estirarlas y adaptarlas a mí, y a su vez adaptarme yo a las circunstancias y buscar soluciones alternativas, que puede que no lleven exactamente al objetivo estándar que el 99% de las personas esperarían, pero sí cumplen con el propósito que me he marcado y por encima de todo… me hacen disfrutar del proceso.

Arantza.

Tablet de Ela
Ordenador de Ela, con ratón inalámbrico y pen.
Ebook para Arantza

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¿FUERON LOS CELOS?

No sé de qué estaba hablando el otro día cuando de repente: ¡flaaaaaash!, me acordé de una canción que me encantaba hace un montón de tiempo.

     La Unión publicó Fueron los celos dentro del álbum Tentación, de 1990, y a pesar de que La Unión entonces pegaba fuerte y no era su primer álbum, para mí fue esta canción la que cuajó y se quedó conmigo desde mis 14 años, y cómo dice la canción: “con las cosas que más quiero, soy tenaz”, pude escuchar la canción no sé… centenares de veces, una tras otra. Me gusta mucho esa sensación de reencontrarme de nuevo con una canción que me ha acompañado intensamente durante una parte de mi vida y en cuanto tuve ocasión la añadí a mi playlist.

He de decir que hacía por lo menos 10 o 15 años que no la escuchaba, y tenía bastante curiosidad sobre cómo sería volver a escucharla tanto tiempo después, si sería la misma sensación que al volver a ver Los Goonies, E.T. o El Chip Prodigioso. Así que al día siguiente, allí que va la canción camino del trabajo, con el volumen a tope en el coche, para poder cantar sin miramientos ni explicaciones… y en efecto, hubiera jurado que ya no me sabía la letra pero fue escucharla y oírme cantarla a la vez que Rafa, ¡qué buena sensación! ¡Qué recuerdos! Qué… pero, espera un momento, ¿qué acabo de cantar exactamente? ¿Qué acabo de decir?

“…Perdona si mis palabras te han hecho llorar, si de algo soy culpable es de amar… sólo pretendía guardar algo de mi posesión… Fueron los celos, y no yo.”

Jooooooder… qué shock. Por primera vez escuchaba la letra de la canción desde mis 40 años de mujer, y estaba estupefacta al comprobar la sutil violencia de género totalmente asumida en la letra.

Desde entonces, pienso mucho en la letra de esta canción y de otras tantas que me criaron en mi adolescencia (Rock & Roll Star, de Loquillo, que justo escuché poco después, por ejemplo) donde “cosificar” y restringir al servicio del hombre el papel de la mujer en la relación, ni siquiera se veía raro, y encima nosotras… ¡las primeras en normalizarlo!

Aunque volviendo a mi canción, el dilema ahora era el siguiente: qué hacer con una canción que me encanta pero que va contra mi creencia sobre la igualdad de las personas:

Lo primero que pensé es en eliminarla de mi playlist, como acto de “justicia”. Lo que pensé inmediatamente después es en la hipocresía de la decisión: mi vida (y la de cualquiera que escuche una emisora en la radio) está llena de canciones que incluyen la violencia de género como si nada (sólo hay que escuchar la letra de casi todos los números 1 de los 40…).

La canción favorita de mi hija de 5 años (y tristemente es así desde que tenía 2 años), es El Taxi, y este verano se ha pasado muchas mañana bailando “Súbeme la radio” (dos ejemplos estupendos de acoso y cosificación de la mujer). Es imposible e irreal pretender que nuestras hijas e hijos crezcan al margen de los “hits” del momento, además, la idea de eliminar lo que a mí no me gusta, cómo cualquier radical de a pie, me produce rechazo instantáneo, así que la única opción viable (como casi siempre) que me queda, es la EDUCACION y el ejemplo.

Educar para que disfruten bailando esa canción tan pegadiza, pero a la vez entiendan que las letras de las canciones no son verdades, son como los dibus de la tele, divertidos… pero sólo dibus. Educar para respetar las opiniones de los demás, y la nuestra propia. Educar para poder tener una opinión al respecto de las cosas, y escuchar de verdad lo que dice el resto, sin dejarse llevar en exceso por los demás.

Y mientras esto va llegando, cuando mi hija me pregunta: «mamá, ¿Por qué te tienen que traer alcohol cuando subes la radio?», sólo se me ocurre echarle un poco de morro y sentido común de madre con moraleja añadida: «pues hija, porque es verano y le pican los mosquitos y como se rasca, le tienen que poner alcohol para que se le curen…. Tú no te rasques, que tendremos que ponerte alcohol también». 😉

Así que sí, después de pensarlo, Fueron los celos sigue en mi playlist de cabecera, y yo sigo cantándola a grito pelado cada vez que tengo ocasión, y en casa ocasión me recuerdo a mí misma: Recuerda que eres afortunada al tener clarísimo que nadie debe poseer a nadie, se poseen las cosas.

Arantza Bárcena.

PD: También recuerdo ahora el libro Un milagro en Equilibrio, de Lucía Etxebarria , me lo leí hace un montón de tiempo y aunque habla de muchos temas diferentes, se me quedó marcado la descripción de la peli de Prince, Purple Rain, donde el tío le calza un bofetón a su novia… y claro, para ella es toda una muestra de “amor”, y cómo la prota del libro  también abre los ojos y la conciencia hacia esta clase de violencia arraigada. Ja ja qué gracia, en aquel momento pensé que eso eran cosas del pasado…

FUERON LOS CELOS (La Unión)

Sé bien que por un momento

Perdí el control

No era yo el que maldecía

No era yo

Perdona si mis palabras

Te han hecho llorar

Si de algo soy culpable

es de amar

Hoy mi mente se nubló

No hablaba el corazón

Fueron los celos

y no yo

Si de algo soy culpable

es de amor

Se que me perdió el orgullo

Siempre hago igual

con las cosas que más quiero

soy tenaz

Solo pretendía guardar

Algo de mi posesión

fueron los celos.

 

 

TODO LO QUE ESPERO DE TI.

Ela romero
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Para celebrar el nacimiento de una hija, muchas veces se le regala unos pendientes especiales, o una cadena de oro, o una sesión de fotos, o se abre una cuenta de ahorro… cuando nació Ela, yo le creé una cuenta de e-mail a su nombre.

Desde entonces, le envío e-mails a la Ela del futuro, contándole «de mujer a mujer» cómo es ella ahora, cómo somos nosotros, pequeñas anécdotas y qué dudas nos surgen.

Uno de los e-mails más importantes que le he enviado es el que comparto en este post. Porque he de reconocer que yo soy una persona exigente, y cuánto más quiero a alguien, mucho más exigente soy con ella. Y sí, como todas las mamás, tengo grandes esperanzas puestas en el futuro de mi hija.

ELA, ESTO ES TODO LO QUE ESPERO DE TI:

1-. SÉ una persona FELIZ. No importan las circunstancias de la vida, del momento… ser FELIZ depende de ti. La vida es algo precioso que sólo pasa una vez. Para todo lo que “pase” por tu vida, tú eres el  tamiz y tú eres dueña de tus sentimientos, sólo tú puedes apreciar la felicidad y sacar algo positivo de cada circunstancia. Ser consciente de esto, hará que tu vida merezca mucho más la pena. Objetivamente, te pasarán las mismas cosas, pero tú tienes el don de pensar en positivo sobre ellas.

2-. Sé una persona ÍNTEGRA. Preocúpate de tener tu código deontológico, ojo, que no tiene nada que ver con lo que es legal o no, sino con valores como el bien y el mal, la justicia y la injusticia, tus propios conceptos, y sé consecuente con ellos. Preocúpate además, de aprender cada día, y de revisar honestamente tu código, y revisar honestamente si lo sigues o no.

3-. Dedícate profesionalmente a LO QUE TE APASIONA. Invierte tiempo en averiguar qué es lo que más te gusta, tu pasión (pero de forma sincera) y trabaja duro, muy duro, para dedicarte a ello y estar orgullosa de tu profesión. No importa si está mejor o peor “visto”, si tiene más o menos “futuro”, si qué dirán… es tu vida, la tuya, y sólo tienes una… ¡aprovéchala en lo que realmente quieres!

4-. CURIOSA. La vida está llena de maravillosos descubrimientos, abre tu mente y tus prejuicios a las diferentes personas, los diferentes lugares y culturas… a lo largo de la vida, descubrirás que tu mayor riqueza son las EXPERIENCIAS. Viaja, todo lo que puedas y permítete conocer a las personas que te encuentres en tu camino. Las experiencias te acompañarán durante toda tu vida y te harán mejor persona. Sé que esta sociedad nos redirige con fuerza a dinero = felicidad, pero nada más alejado de la realidad, el dinero es muy necesario, pero sólo una cierta cantidad y sólo te da cosas.

5-. Quiere a tu FAMILIA. Afortunadamente tienes una familia grande, repartida geográficamente pero unida. Somos los que siempre estaremos contigo, pase lo que pase, por muy difíciles que puedan ser las situaciones, siempre seremos familia. En concreto, el papi y yo no somos tus mejores amigos, somos TUS PADRES, así que posiblemente tengamos momentos de incomprensión mutua, pero siempre querremos solucionar nuestros problemas y siempre, siempre, siempre, TE QUERREMOS.

6-. Haz lo necesario para SENTIRTE ORGULLOSA DE TI MISMA. Eres especial, eres una gran persona, y estás destinada a hacer todas las cosas increíbles que te propongas; todo se consigue con tesón, ilusión, perseverancia y mucho trabajo duro. DA IGUAL LO QUE PIENSEN LOS DEMÁS. “Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo”. No dejes que nadie limite tu vuelo sólo porque es imposible para ellos.

7-. Sé CONSECUENTE con tus actos, y asume las CONSECUENCIAS. Durante tu vida tendrás que tomar decisiones fáciles y otras muy difíciles… ten en cuenta las consecuencias de tus acciones, y no te amedrantes por ellas, pero asúmelas y sigue adelante.

8-. No tengas miedo al ÉXITO ni al FRACASO. Fracasar sólo significa que la opción elegida de entre las miles de opciones no era la adecuada en este momento, por lo que te da la oportunidad de volver a elegir una nueva opción… añadiendo la experiencia adquirida. Fracasar es INTENTAR, sustituye una palabra por otra y verás cómo pierde todas las connotaciones negativas. En cuanto al éxito, ten en cuenta siempre que es pasajero, que viene y va.

9-. Sé CRÍTICA ante las opiniones de los demás y sobre todo ante la tuya propia, y RELATIVIZA porque al final… casi nada es tan sumamente grave, de veras.

10-. Y finalmente, RÍETE. Ríe a carcajadas, hasta que te falte el aire, siempre que puedas, hasta que te duela el costado, te lloren los ojos y tengas agujetas en la mandíbula. Ríete de las cosas graciosas, pero sobre todo, ríete de las que son serias. Cuanto peor pinte la cosa… ríete con más fuerza. Cuando creas que la cosa no tiene solución… ríete franca y llanamente de la situación, y después busca un camino alternativo. Siempre lo hay.

Como ves… hubiera sido mucho más fácil querer que fueras “médico o abogada”, pero ya te lo he dicho, mis aspiraciones son elevadas. Te quiero infinito más ocho.

Arantza Bárcena. The family supply chain.

Sobre profesores Kamikazes… ¡pon uno en tu vida!

Hoy me he encontrado en LinkedIn con este artículo: «Kamikazes de la Educación, la enseñanza a la contra» sobre métodos de enseñanza alternativos a «lo tradicional» y profesores que hacen que la enseñanza sea «algo más», y la verdad, pensaba sólo compartirlo, pero luego he sentido que me faltaba algo, así que he pensado en añadir un comentario, y al escribirlo… me he dado cuenta que la forma adecuada de hacerlo era en forma de Post…

Comparto este artículo sobre «diferentes tipos de educación» por tres motivos “persoprofesionales”: El Cambio, La Coherencia y La Inspiración.

EL CAMBIO

Lo único claro es que la vida es CAMBIO, y por eso, todos experimentamos procesos de aprendizaje, des-aprendizaje y re-aprendizaje, y estar preparado y entrenado para ello hace estos procesos mucho más fáciles y fluidos.

Es muy duro luchar contra los cambios pues exige demasiada energía, y la verdad, es asombroso  ver que nadie nos prepara para ello, ni nos enseñan formas de afrontarlos, estrategias para conseguirlos… es como si cada persona tuviéramos que descubrir cómo inventar nuestra propia «rueda» cada vez, con lo fácil que sería adquirir una base sólida a través de las experiencias de los demás.

LA COHERENCIA

En la era de la información digital, donde tenemos todos los datos al alcance de un clic, creo que las competencias realmente necesarias son: gestionar sentimientos, resolver problemas, dominar diferentes estilos de comunicación, aprender a aprender, tener pasión, saber procesar la información adecuada, intentarlo al máximo, caerse y volver a levantarse…

Creo con firmeza que los únicos conocimientos imprescindibles a lo largo de toda nuestra carrera y vida personal no tienen nada que ver con saberse 100 fórmulas ni los ríos del mundo, así que siendo coherente, hemos elegido para nuestra hija una formación MONTESSORI, para educarla en lo que de verdad importa y en las herramientas para ir aprendiendo, y ya decidirá ella a lo largo de su vida qué necesita aprender en cada momento.

LA INSPIRACIÓN

Los grandes maestros cambian nuestra vida.

Yo tuve uno de ellos a los 16 años, mi profesor de matemáticas y física ÁLVARO MARCOS, y efectivamente soy quién soy porque la vida me cruzó con él, y él quiso ser parte de mi vida.

Con él aprendí que el aspecto físico de alguien sólo es una parte más, que dedicar 30 minutos a meditar en la «hora» de matemáticas del viernes por la tarde hacía que realmente estuviera atenta y aprendiera en la otra media hora,  que la física también era hablar de galaxias y planetas y que está muy cerca de la filosofía, que merecía la pena parar 15 minutos y asegurarnos de que todos entendíamos los conceptos y explicárnoslos unos a otros… también aprendí que hay que esforzarse duro para llegar a la excelencia, a base de notas de 9’95 sobre 10… ojo!, que nadie confunda disfrutar aprendiendo con vaguear o escaquearse.

Hoy (con 40!) seguimos siendo amigos y seguimos aprendiendo el uno del otro… y sé que somos cientos los alumnos a los que nos ha inspirado y transmitido pasión por la ciencia y la vida, más allá de los conocimientos del currículo.

Hoy, leyendo el artículo «Kamikazes de la Educación, la enseñanza a la contra» , no puedo más que agradecerle su desempeño e ilusión, y decirle que ojalá durante su educación, mi hija Ela encuentre a su Álvaro.

Arantza Bárcena. The family supply chain.

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PASADO PISADO. La mejor compañera de trabajo que puedo llegar a tener.

Este post es un breve resumen de una conversación real entre dos personas que trabajamos en la misma compañía pero que podíamos no haber coincidido nunca jamás en condiciones normales. Por el respeto que siento hacia mi compañera, lo que sí he cambiado es su nombre, que será MARÍA.

Cómo coincidimos María y yo es una de esas cosas que sólo ocurren cuando ROMPES TU RUTINA y haces cosas diferentes.

En este caso, estaba en una de nuestras plantas, en vez de en mi lugar habitual de trabajo, y  aprovechando el día mundial del donante de sangre, una unidad móvil  se desplazó hasta la empresa, y todos aquellos trabajadores que quisimos, participamos donando vida.

Cuando entré a donar, coincidí con María, para ella era la primera vez, así que, a pesar de haber entrado bastante antes, finalmente ambas nos levantamos a la vez y pasamos al “reservado” delantero, para tomar una bebida y un bocata. Después de hacer una donación (incluida la de sangre), no puedes evitar sentirte especial, sientes que participas en algo que hace nuestro mundo mejor, y con quien coincides en esas circunstancias siempre surge una cierta afinidad, una camaradería buenrrollista, así que empezamos a hablar de lo único que teníamos en común: haber donado sangre, y las típicas fórmulas de cortesía que todo donante reconoce:

¿es tú primera vez? ¿y qué tal? No te vayas a desmayar, eh? Hay que donar… que nunca sabes cuándo lo puedes necesitar… sí, tú, o tu familia, tu marido, tus padres, tus hijos…

  • Así que tienes hijos? – me pregunta María.
  • Sí, bueno, una hija, de cuatro añitos, está para comérsela… y tú?, tienes niños?
  • Yo no, pero debe ser lo mejor en la vida – María cambia la cadencia y suspira en bajito – bueno, estuve embarazada pero…
  • Vaya, lo siento. Es algo muy duro – no hacen falta más palabras para reconocer un aborto y transmitir el dolor compartido.
  • Sí… – y su voz no tiembla mientras cae una lágrima por su cara – y más cuando te hacen perderlo…
  • Uffff
  • La paliza fue tan fuerte cuando se enteró que no aguantó – y expone las palmas de sus manos abiertas, vacías, boca arriba.
  • Lo siento. Mucho – cuando alguien te mira a la cara y expone tan llanamente un hecho tan abominable, las palabras suenan vacías, sólo es posible una mirada sostenida, de respeto y acompañamiento.
  • Pero sabes qué, Arantza? Que el PASADO, PISADO. Ahora estoy con mi marido, que me quiere, y si todo va bien, nos independizaremos, y tendremos hijos, a pesar del bulto en el útero… a pesar del pasado… – y María levanta la cara, y sonríe desafiante, y sonríe al futuro – llevo 3 meses en la empresa…. Me encanta trabajar aquí, los compañeros, el trabajo, y espero que me renueven por mucho tiempo! … es mi nueva vida, sabes? Aquí, así, todo es posible.
  • Sí María, ese pasado: ¡pisado! – y yo sonrío con ella.
  • Si me renuevan, Arantza, nos vamos a ir de cervecitas, a quemar Valencia celebrándolo!

Un momento después vino la enfermera para ver si estábamos bien, y ambas respondimos al mismo tiempo que sí, sonrientes y con los ojos brillantes.

El encuentro con María me marcó por tres cosas:

  • la 1ª, notar las extraordinarias consecuencias de nuestros actos cuando salimos de nuestra rutina habitual. Donar sangre, ir andando en vez de en coche a hacer ese recado, pararte a saludar a esa persona con la que te cruzas, aunque tengas prisa… Si siempre haces lo mismo, simpre obtienes el mismo resultado, así que… qué aburrido siempre lo mismo, no?
  • la 2ª, ver un ejemplo tan claro en el que la empresa dónde trabajas, realmente cambia la vida a las personas, con su salario y en contrapartida de un trabajo, es evidente, pero no hacen falta grandes fortunas para remontar y ser verdaderamente feliz, cambiar la vida de una persona, que pueda mantenerse, que se sienta orgulloso de su trabajo y que forma parte de algo, hace DIGNAS a las persona.
  • la 3ª… la mentalidad de las personas lo es todo, el vaso está medio lleno, medio vacío…. tonterías… qué fantástico disfrutar al saber que tenemos un vaso (y que vamos a arreglárnoslas para llenarlo…).

María y yo nos hemos vuelto a cruzar sólo un par de veces, y siempre que nos vemos, nos miramos con ese vínculo especial que te une a un conocido desconocido. Efectivamente a María le renovaron el contrato… y estoy deseando quemar Valencia con ella.

Arantza Bárcena. The family supply chain.

A TRES METROS DE ALTURA SOBRE LAS DECISIONES

Cuatro años después, ni siquiera recuerdo qué alimentos se le dan primero al bebé, ni en qué orden se van introduciendo,  ni en qué mes exactamente. Lo que sí recuerdo, mejor incluso que mi peli favorita, es la sensación de desbordamiento.

Ésta era yo hace poco más de 4 años…

 Yo, que tengo dos carreras, que hablo tres idiomas y chapurreo el valenciano, que más másteres te da la vida, y que me he  curtido en mil batallas…

Yo, que trabajo en la cadena de suministro con productos perecederos, que muevo camiones como canicas y consigo cuadrar el círculo para que todo llegue cuando debe…

Yo, que creo procesos y procedimientos, que los implanto, los superviso, los reinvento; y disfruto trabajando y aprendiendo en multitarea…

Yo, que tengo 35 años, una vida, una casa, un proyecto, una pareja, cientos de libros leídos al respecto y una tribu que me ayuda…

¿¡por qué no puedo hacer que mi bebé deje de llorar!?

…Tiene el pañal limpio… ha comido teta… ha eructado… no hace ni frío ni calor… está bañada y limpita… en brazos… le canto, le bailo, la arrullo, la mimo… ¿¡por qué no para de llorar!? No es lógico ni coherente, no hay árbol de decisión, no hay procedimiento ni manual de instrucciones… arrrrgh!

Y entonces llega la sensación de DESBORDAMIENTO TOTAL. Toda mi preparación, todos mis idiomas, toda mi experiencia en situaciones profesionales… toda, todita tota, me la voy tragando en cómodos bocaditos sin agua, y veo que en realidad lo que importa de verdad es que soy una treintañera novata, poco acostumbrada a que las cosas no salgan por dónde yo quiero y  que no tiene ni idea de criar hijos.

Cuando llega este punto, me doy cuenta que me importa un pimiento que el camión no llegue a tiempo o que se rompan tres líneas de producción o que el proveedor no entregue lo que dice… NADA TIENE IMPORTANCIA comparado con el hecho de que me acabo de incorporar de mi baja maternal, y mi bebé ha decidido no destetarse, así que no come absolutamente nada desde que me voy hasta que vuelvo. Eso sí es un problema. ES MI PROBLEMA, mi único gran problema en el mundo mundial (ríete del paro o de la paz en el mundo).

Y es ese punto en concreto donde se produce el CAMBIO DE CHIP: cualquier problema que se me ponga por delante, sea de trabajo o no, me parece una minucia comparado con esto, se queda ahí lejos, abajo… así que lo resuelvo, con tranquilidad y dedicación, pero sin pestañear.

Qué fácil es resolver algo concreto, con orden y lógica, comparado con alimentar a una hija que no quiere comer.

 

Por supuesto la bebita se acostumbró pasados unos días, comenzó con papillas o lo que fuera (ni me acuerdo!), y al cabo de un mes aquí paz y después gloria.

Pero recuerdo esos días como los peores días de mi vida, aunque también aprendí la lección más importante en mi ámbito profesional:

nada se puede comparar con un problema del que me siento responsable y para el que no puedo generar una  solución, porque ésta no depende de mí en absoluto.

De modo que los problemas que sí que dependen de mí son harina de otro costal, es fácil, soy PARTE de la solución, he generado la perspectiva suficiente y de repente… me doy cuenta:

estoy a tres metros de altura sobre una situación… y los pasos para solucionarla planean a la misma altura conmigo.

 

Desde entonces me acompaña esta perspectiva ante los problemas, que sólo puedo definir como “clarividencia materno-profesional”.

Arantza Bárcena. The family supply chain.

 

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