Durante los meses de enero a Marzo se celebra la Liga Autonómica Infantil de Karate en la Comunidad Valenciana. Casi 600 niñas y niños participando en la «Liga menor» (los más mayores cumplirán 13 este año) y muchísimos de ellos retaquillos compitiendo por primera vez.
Para todos aquellos que se inician en el deporte y empiezan a hacer sus pinitos en la competición, es su primera (y más importante) toma de contacto con la competición federada, y para los que llevan más recorrido, la opción de poder acceder al campeonato nacional , así que es una cita de obligado cumplimiento, uno de los hitos más importantes del año y que moviliza a muchos Clubs y niños.
El día anterior a la 1ª cita, volvíamos a casa mi hija y yo después de su último entrenamiento preparando la competición, y mientras le preguntaba cómo se sentía respeto a la misma me dijo:
“¿Sabes, mamá? Las cuatro cosas que más me gustan de un campeonato son: 1, los nervios y salir delante de todos; 2, animar en piña a todos los del club; 3, ayudar a los pequeños a calentar, cambiarse, darles tranquilidad… y 4, la cena de después todos juntos”
Yo sonreí y pensé: “Aún no lo sabes pero si eso es lo más “chanchi”… da igual lo que pase en el tatami mañana porque tú ya has ganado”
Todos los padres de niños y niñas que practican algún tipo de deporte de competición, sobre todo los de desempeño individual, sabemos que salir a competir ya es ganar en cierto modo. La importancia de exponerse desde pequeños a un pabellón lleno de gente, gestionar los nervios, sobreponerse a las dudas, dar lo mejor de sí bajo presión… es oro en cuanto a educación y preparación en todos los aspectos de la vida, incluido (y sobre todo) en la faceta profesional.
Me atrevería a decir que en estos nuevos tiempos, donde la inmediatez del placer está a un click y gestionar la frustración parece tarea difícil, el deporte de competición aporta 2 aspectos más que, hoy por hoy, es casi imposible aprenderlos de otra forma: por un lado la paciencia, constancia y disciplina necesarias para entrenar largas horas durante muchos meses con un objetivo a largo plazo; por otro, el imprescindible aprendizaje que se obtiene al PERDER. Perder una y otra y otra vez y volver a intentarlo una y otra y otra vez.
También creo que hay una nueva faceta a la que no estamos acostumbrados porque nosotros no lo vivimos de jóvenes, que se intensifica a partir de la pre-adolescencia y que el deporte ayuda a combatir: QUITAR TIEMPO A LAS PANTALLAS.
Porque ya no es al contrario, ahora mismo la principal actividad social, relacional, de esparcimiento o relax está detrás de una pantalla, y solo algunos pocos hitos logran que se aparten esas caritas de la luz blanca del móvil, tele, tablet o consola.
Finalmente, competir conlleva también una gran responsabilidad de los progenitores. Competir es una forma de adquirir un montón de conocimientos mientras se ejerza de forma SANA, como un medio para aprender, seguir mejorando, crecer, mejorar…
Y porque los adultos somos en gran medida los que generamos por reflejo el “Fair play” de los más pequeños, comparto algunas de las indicaciones que envía el Club a los padres, previo a un campeonato.
Además de aspectos operativos del campeonato (lugar, horarios, documentación, equipaciones…) la parte más interesante pone foco en los #VALORES que los #ADULTOS transmitimos y en lo verdaderamente importante de las competiciones en estas edades: #DISFRUTAR.
Transcribo:
…
8-. La Grada:
En cuanto a la animación me gustaría que formáramos un buen grupo en la grada apoyando a todos los nuestros, que aunque no les conozcáis a todos, los identificareis porque irán con nuestros coachs.
Aplaudir y animar en la grada y disfrutar al máximo de la experiencia.
Queda totalmente prohibido entre los padres de nuestro club los insultos o descalificaciones a competidores,árbitros o coachs.
Vosotros y nosotros debemos ser el mejor ejemplo para vuestros hijos.
9- Final del campeonato:
Es muy importante que vuestros hijos se sientan arropados y apoyados tras el campeonato.
El hecho de que salgan a competir delante de tanta gente ya merece toda vuestra admiración y orgullo. Algunos conseguirán medallas, otros ganaran algunas rondas y la gran mayoría perderá en primera ronda. Es indiferente. Es parte del proceso de su desarrollo.
Nuestro mayor orgullo es ser el club que más niños moviliza a cada evento y el cuidado que se dan unos a otros. Algunos aún se atreven a menospreciar nuestra labor, diciéndonos que ganamos muchas medallas porque somos muchos. Aún desconocen que nuestro premio no son todas las medallas que conseguimos, sino que tantos niños y niñas disfruten de nuestro deporte.
Como podéis ver, muchos de nosotros (niños, niñas, coach, padres y madres) ya habíamos “ganado” la competición antes de que se celebrase y es bonito poder disfrutarlo desde esta perspectiva.
Arantza.
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