GRACIAS
Os recuerdo. A todos.
Recuerdo los principios, la ilusión, las ganas, cómo asimilabais la entrada, la forma de encajar, de ver las rutinas y cómo amoldabais el carácter para ser uno más.
Recuerdo a los que adoptasteis los cactus y han visto mundo con vosotros, a los que pasasteis sin pena ni gloria, a los que os habéis convertido en amigos, a los que no teníais claro el futuro pero supisteis que donde estábamos NO era el lugar, a los que será increíble trabajar para vosotros, a los que os cuestionasteis el sistema y a los que no veíais vuestro espectacular potencial.
Recuerdo los momentos duros, cuando os visteis desbordados, cuando todo parecía una m*erda, cuando la tensión era demasiado, cuando parecía que nada salía bien, cuando las lágrimas afloraban de frustración, rabia y cansancio.
También, y sobre todo, recuerdo las risas, la complicidad, las horas intempestivas hasta que conseguíamos eso por lo que llevábamos tiempo currando a saco, los ataques de risa, las Arantzadas compartidas, el orgullo del trabajo bien hecho, el sentimiento de pertenencia, las anécdotas, los viajes parados en una cuneta para sacar el ordenador y apagar fuegos, las charlas, las comidas, cenas y cervezas.
Pienso en la gran suerte que he tenido por haber podido compartir con vosotros momentos vitales de vuestra vida, por dejarme formar parte de ella, y os puedo asegurar que me siento feliz y orgullosa de vuestros logros: los profesionales (que muy bien porque sois cracks) y sobre todo los personales. Los celebro como si fueran míos, sois una parte de mí.
Debéis saberlo, yo me llevo aprendidas muchísimas lecciones valiosas con cada uno: recordar ver con la mirada nueva, cuestionarme el status quo, enfocar desde otro prisma, usar la curiosidad, nuevas fórmulas con el Excel…
Os quiero pedir perdón, porque sé que os podía haber dado más, explicado más, compartido más, muchas veces fui laxa, otras cargué demasiada responsabilidad… yo también tengo mucho que aprender 😊. También debéis saber que en muchas ocasiones peleé por vosotros con uñas y dientes, por vuestros salarios, vuestras condiciones y las ampliaciones de contratos. A veces salió bien, otras no, y muchas tuve que tragarme un “no” y además defenderlo ante vosotros.
Os quiero recordar los únicos consejos que (yo creo) merecen la pena a nivel laboral:
1-. En un e-mail solo hay tres cosas importantes:
Buenos días/ buenas tardes,
Por favor….
… Gracias.
Y el mejor e-mail es el que no se tiene que enviar.
2-. Cualquier crítica en el trabajo es al puesto que desempeñas. Tú no eres tu trabajo. Separa.
3-. Como decía mi abuelita: “Tranquila cariño, esto también pasará”. Perspectiva.
De nuevo, GRACIAS: Por la diferencia de edad, por la diferencia de opinión, por la diferencia de estudios, por la diferencia de entender la vida, por la diferencia de valores. Por las mismas risas.
Arantza, la que siempre es júnior.


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